Luego de 582 días sin que haya público en las canchas, debido a la situación sanitaria impuesta por el COVID 19, el viernes a las 19 en el Minella se enfrentaron Aldosivi – Unión con gente en las tribunas.
POR VALENTIN BLAS FERNANDEZ// Los hinchas volvieron, pero con protocolos, una logística determinada y un aforo del 50% (es decir que, si la capacidad de tu cancha es de 50.000 personas, solo 25.000 podrián asistir). En varios partidos se vieron imágenes, en las cuales se abrió el debate si se habían respetado estos protocolos y si la gente que había asistido, era el 50% de aforo o había demás.
Los dos casos más significativos fueron Vélez – Independiente y el superclásico, River – Boca, donde a grandes rasgos se podía notar una afición superior al 50% permitido. Aunque los encargados de la seguridad insistieron en que el aforo permitido fue respetado, finalmente se dio a conocer que el límite fijado por la autoridad sanitaria no se había cumplido.
Se abrieron investigaciones hacia D’Onofrio y Rapisarda, que son las máximas autoridades de la Comisión Directiva de cada uno de sus clubes, pero el avance de la investigación podría llegar a otros integrantes de ambas entidades, especialmente a quienes tienen responsabilidad directa en la organización de los partidos que sus equipos disputaron en condición de locales.
Se realizaron los allanamientos en el estadio Monumental y en el José Amalfitani, impuestos por la fiscal a cargo de eventos deportivos del Ministerio Público Fiscal porteño, Celsa Ramírez. Este martes los presidentes de River, Rodolfo D’Onofrio, y de Vélez, Sergio Rapisarda, quedaron imputados este martes por el exceso de público en los partidos del último fin de semana por delitos con pena de prisión de hasta dos años. Asi lo confirmó, el fiscal general de la Ciudad de Buenos Aires, Juan Bautista Mahique.