Dialogando con Omar Larrosa, campeón del mundo en 1978, repasamos su paso por fútbol argentino y su relación con su antiguo DT, César Luis Menotti, donde confesó que él creía que su muerte era una noticia falsa.
Joaquín Bonifacio, Azul Spalletta, Valentín López// Larrosa fue un mediocampista que se destacó en la época de los 70′, jugó en grandes clubes de nuestro fútbol, como: Boca Juniors, Independiente, Huracán, San Lorenzo, entre otros. Tuvo una vida muy sufrida con la pérdida de su padre a los 12 años, por eso, luego de terminar la educación primaria y mientras hacia las inferiores en el club de la ribera, empezó a trabajar para ayudar en su casa. “Pedernera me dijo que tenía que empezar a ir a entrenar a La Candela, por San Justo, yo para ir allá tenia que tomar tres colectivos y realmente iba a llegar de noche”. Él nos aclaró que Pedernera lo ayudó mucho para que pueda llegar a entrenar allí, ya que le dijo que Boca le pagaría un viático para que él no tuviera que trabajar, pero en realidad no se lo pagaba el club, si no que salía del bolsillo del entrenador.
Después de un año y medio en la tercera del xeneize, bajo las órdenes de Silveira, llegó su oportunidad de debutar en la primera de Boca frente a Rosario Central, en condición de visitante, y fue una derrota por 2 a 0: “Ahí empecé a notar lo que eran los extremos, de la alegría a pasar a la amargura cuando te toca perder”. Por otra parte, le consultamos sobre su experiencia en la Bombonera, donde declaró: “Realmente era algo muy lindo cuando las cosas venían bien y algo feo cuando veías que había un silencio muy grande, porque las cosas no estaban bien… Casi siempre están cantando y apoyando, se movía la cancha. Sentías el repiqueteo”.
Luego de su paso por el Pachuca, en México, y Comunicaciones, en Guatemala, Larrosa volvió a la Argentina porque quería continuar su carrera acá. Gimnasia se había interesado en él por una nota en el diario y, si bien no habían llegado a un acuerdo, ya tenían casi todo cerrado y el sábado a la mañana se reunirían para ultimar detalles. Pero hubo un imprevisto, el auto que le habían prestado (casi nuevo) se frenó y no arrancó más. Esa reunión se pasó para el lunes a la tarde y ese mismo día a la mañana, Omar leyó que Huracán comenzaría a entrenar bajo las órdenes de Menotti y decidió ir a visitarlo, ya que lo conocía de Boca. “Cuándo me vio me dice ¿Qué haces acá? ¿No estabas afuera?… Vení a jugar”. “A la tarde ya estaba entrenando en el doble turno, tuve que explicarle a la gente de Gimnasia, que mucho no le gustó porque creyeron que yo estaba especulando” sentenció el futbolista.
Una vez en el club de Parque Patricios, Larrosa ganó el Metropolitano de 1973, obtuvo dos subcampeonatos en 1975 y 1976 y dos semifinales, la Libertadores 1974 y el Torneo Nacional de 1976. Él aseguró que Huracán: “Era un equipo para ustedes, las chicas y chicos jóvenes, era un equipo muy parecido al del Barcelona de antes, al de Guardiola”. También, agregó: “Era un equipo que jugaba muy bien a pesar de que no teníamos buenos campos deportivos, las canchas eran muy malas. Tenían todas matas y poco pasto”.
Tras finalizar la temporada con Huracán, Larrosa estaba disfrutando de sus vacaciones en Mar del Plata y, de camino a la playa, pinchó una de sus ruedas. En la gomería a la que fue lo reconocieron y le contaron que allí iba también el Vicepresidente de Independiente, ya que era amigo del dueño (quien era el representante del club). Uno de los empleados le cambió la rueda y le dijo que pase al día siguiente para buscar la suya. Cuando fue de nuevo, le contaron que había pasado por allí Pedro Iso y que cuando volviera de su descanso iba a tener noticias: “Volví al entrenamiento y la gente de Huracán me dice que Independiente me había comprado”. A su vez, el campeón del mundo nos comentó que cuando fue a firmar el contrato ya se habían ido todos los empleados, por lo que le preguntó a Grondona: “Ya habíamos terminado de arreglar todo, no? ¿No están los contratos?”. Él le respondió que si, pero que no había quien los llene, por lo que Omar lo firmó igual para que después lo llenaran. Grondona, sorprendido, le respondió: “¿Cómo vas a firmar un contrato en blanco? Si no tiene nada”. Él no lo dudó y aseguró: “Yo con ustedes ya arreglé, ya hablé. No creo que haga falta otra cosa. No los conozco, pero sé cómo procede la gente de Independiente siempre”.
Sobre su paso por la selección, el exfutbolista aseguró que esperaba siempre su convocatoria: “Pensaba: César me conoce y no me convoca nunca”. A su vez, cuando Menotti dio la lista de quienes disputarían el mundial, con la ausencia de varios compañeros, aseguró: “Por dentro estábamos todos muy dolidos, a tal punto que le dijimos a César si podíamos pasar el entrenamiento a la tarde porque realmente no estábamos con ánimo”. Por otra parte, él nos confesó que no creía poder jugar el Mundial, porque Ardiles lo hacía muy bien, pero se lesionó y tras el partido ante Perú lo hizo dudar a Menotti. En cuanto a la final del mundial, aseguró: “Yo estaba en el banco y me ataba los cordones a cada rato y miraba a ver si me llamaba o miraba para el lado donde estaba yo”. Una vez que finalizó el encuentro, aseguró que quiso agarrar la pelota, pero el árbitro la apretó contra su pecho y le dijo que la pelota se la llevaba él.
La relación de Larrosa con Menotti era muy cercana y el futbolista afirmó que él era el único que lo tuteaba y que César siempre jugaba a los naipes o al billar con ellos: “Compartía muchos momentos del día”. Por otra parte, nos comentó el momento en el que se enteró que el técnico falleció: “Me fui a tomar un café, a mirar el partido (Vélez – Estudiantes), y me llega un chat al grupo de la selección, donde Daniel Bertoni me dice que había fallecido César”. Él confesó que no lo podía creer, ya que se encontraba a unas pocas cuadras y que le preguntó a su compañero en dónde lo había leído, porque creía que era una noticia falsa.
En cuanto al presente de la selección, él asegura que Messi en este último mundial se puso el equipo al hombro y que espera pueda jugar por lo menos media hora de cada partido en el próximo. También, le preguntamos quién tendría que ser el próximo 10 de la selección Argentina, donde respondió: “Tiene muchas condiciones Dybala, pero se tiene que soltar un poco más. No se consigue solo con carácter, se consigue moviéndose en la cancha y exigiendo, él todavía no tiene esa seguridad como para ser el eje del grupo dentro de la cancha”. Para finalizar, sentenció: “Cuando está Julián Álvarez en campo es algo que exige tanto a los rivales que los termina desgastando”.