Una maestra de 23 años se quitó la vida y decenas de miles de maestros reclaman por más protección
Thiago Abalos// Máximo Sanabria
El 18 de julio, una profesora de una escuela primaria de Seúl apareció muerta dentro del armario de su clase. Dos semanas antes escribió en su diario privado que cada vez que entraba al aula sentía una opresión en el pecho.
Miles de docentes respondieron respondieron a la muerte de su colega en las calles de Seúl. Exigen una mejor protección en el trabajo, ante el frecuente acoso de los padres y los mismos alumnos. Después de esto empezaron a salir a la luz muchos casos de agresiones, acoso sexual y amenazas de muerte .
Las protestas continuaron durante todo el verano. Este mismo lunes, hubo una huelga masiva en todo el país. En la capital, más de 15.000 personas vestidas de negro se plantaron frente a la Asamblea Nacional. El mismo escenario que durante el fin de semana vio congregarse a unos 200.000 profesores cabreados.
Se leyeron varios manifiestos para reivindicar sus derechos y denunciar todos los abusos que sufren a diario dentro de una sociedad extremadamente competitiva, donde los padres llevan al límite sus quejas porque saben que el futuro de sus hijos depende del éxito académico. “Los protegeremos y haremos cambios para que ningún maestro más decida quitarse la vida”, rezaba uno de los carteles del grupo que encabezaba las protestas. También se han celebrado varias vigilias recordando a la profesora que se quitó la vida en julio.
Los datos oficiales del Gobierno señalan, que en los últimos seis años un centenar de maestros de escuelas públicas, según la Organización Mundial de la Salud, tiene la tasa de suicidio más alta entre los países desarrollados, con más de 20 personas por cada 100.000 habitantes.
