Romina Gianvittorio // Se repite el fenómeno de la devaluación, al pueblo argentino lo damnifica pero a los países hermanos los favorece.
En los últimos meses los uruguayos cruzan hacia nuestro país para realizar las más diversas compras dado que los precios en su país triplican a los nuestros. Esto crea un gran problema entre los comerciantes quienes se ven afectados en la disminución de las ventas que son muy notorias.
Mientras tanto los argentinos sufren la inflación que aumenta cada vez con más velocidad y afecta el poder adquisitivo, los precios suben y a los argentinos no les alcanza, por ejemplo se estima que los alimentos el índice estará por arriba del 5%.
El propio gobierno admite que el dato oficial del INDEC será malo y hasta más alto que febrero pero recalcan que se espera una desaceleración a partir de las medidas ideadas sobre las materias primas.
Los hermanos uruguayos reclaman medidas para equilibrar los precios en la frontera, esperan ser escuchados por las autoridades y así solucionar el grave problema en que se les transformó el cruce de sus clientes a nuestro país, lo cual no pueden frenar por sí mismos.
Desde otra de nuestras fronteras se da el caso a la inversa para algunos artículos como la compra de llantas en Paraguay, los argentinos eligen cruzar y comprar allí, este intercambio no es tan limpio como el anterior, ya que hasta realizan la compra intercambiando con combustible y para evitar impuestos ensucian las gomas para que pasen inadvertidas en la frontera y así evitar el pago de $40.000 por cada una.
