De local, River superó 2-1 a Boca por la fecha 14 del Torneo de la Liga Profesional, con el condimento especial que pudieron asistir los hinchas del Millonario.
POR VALENTÍN BLAS FERNANDEZ// Con esta victoria, el equipo de Gallardo quedo puntero con 30 unidades y supero a Talleres con 29 puntos, que perdió 3-0 frente a Defensa y Justicia. Por el lado del Xeneize quedo noveno con 21 puntos.
En un partido que desde el análisis previo parecía ser un cotejo muy equilibrado, porque River venia flojo a comparación de los otros súper equipos de Gallardo y Boca, a través de los jóvenes y una idea marcada de Sebastián Battaglia, se estaba mostrando como un equipo mucho más sólido. Sin embargo, Boca venia por un camino y cuando se enfrentó a su clásico rival, se desvió y pareciera que fue de “punto” antes de entrar a la cancha.
Los de la Rivera habían empezado con un 4-3-3, con Cardona de extremo por izquierda y River, había impuesto un 4-3-1-2, con Simón por derecha y Palavecino siendo un comodín y moviéndose constantemente. En los primeros minutos se estaba jugando de igual a igual, hasta el minuto 16 donde por doble amarilla, Marcos Rojo se fue expulsado por Rapallini y ahí el partido dio un giro 360. Boca quedo con un 4-4-1 y Battaglia saco a Cardona y puso Carlos Zambrano, quedándose así sin su generador de futbol, Almendra y Pavón, obligados a correr a los laterales del Millo.
Quedarse con uno menos y ante un River que no baja la intensidad, es muy complicado y más si a los 10 minutos Julián Álvarez te marca un gol de otro partido y luego, el mismo Álvarez al minuto 43 te convierte el segundo. Boca se fue al entretiempo con un golpe anímica y se vio reflejado, salió al segundo tiempo con Medina por Diego González y Rolon por Almendra, quedo muy evidente que los dos juntos ralentizan el juego del equipo.
La tónica del segundo tiempo fue casi siempre la misma que el primer tiempo, un River que fue superior en todos los lugares del campo de juego y que fue dominador absoluto del encuentro, hasta que a los 76 minutos ingreso Aaron Molinas y le dio una dinámica diferente al equipo de Battaglia, es un jugador con hambre y que ensambla a sus compañeros, haciéndose cargo del juego de Boca. El impacto de Molinas fue tanto, que en esos 15 minutos que estuvo en la cancha la tenencia de River bajo del 72% al 55%, además de asistir a Carlos Zambrano para que marque el descuento en el 90+3, decorando así un resultado que tranquilamente puedo haber sido más abultado.
Las conclusiones de este Superclásico fueron que, Boca tiene jugadores con ciclos cumplidos y que su lugar puede ser ocupado por los chicos nacidos en el club, que hay que empezar a darle rodaje y empezar a “foguearlos” aunque sea en los partidos importantes, además de que Ramírez es un jugador fundamental en el armado del 11 ideal. Por el lado de River, se confirma que es un equipo que se reinventa constantemente y que Gallardo ante la incógnita de su continuidad, tiene entre ceja y ceja obtener el título del campeonato nacional, el único que le falta en su exitoso paso por River.