“Se fue y no volvió” fueron las duras palabras del padre de Sebastián, el adolescente que falleció el viernes por la tarde luego que un colectivo en Florencio Varela haya acabado con su vida. La historia de una muerte que se pudo haber evitado, si tan solo la negligencia no acechara en este país.
//Bruno Casarengo// El viernes por la tarde, Sebastián tenía una cita con su novia, le pidió a su padre (quien es remisero) si lo podía alcanzar con el auto hasta la estación de Florencio Varela. Donde luego tendría que ir viajando hasta Lomas de Zamora para concretar su cita, lastimosamente nunca pudo llegar porque fue arrollado por un colectivo. Precisamente de la línea 512.
Una compañera de él que se encontraron de casualidad en la estación y tomaron el mismo colectivo pudo reconstruir el caso, y dejar al acecho las malas condiciones que presentaba la línea. La muchacha cuenta que ambos subieron al colectivo cuando este ya estaba lleno, quedaron delante de todo, precisamente en los escalones por donde se sube al transporte. Otras personas habían subido por la parte de atrás, lo cual hizo que el chofer se enojara y pidiera que bajaran porque ya estaba lleno y no habían pagado su boleto. Según las personas que se encontraban en el lugar, aseguran de que el inspector le insistió al chofer que arranque de todas formas. De esta manera arrancaría el viaje que mató a Sebastián e hirió de manera muy grave a su compañera.
A las dos cuadras, en el cruce de las calles Belgrano y Vicente López se produciría el fatal accidente. Y es que luego de que el colectivo pase sobre un badén, las escaleras delanteras no aguantaron todo el peso que este cargaba, y se desfondaron, produciendo de inmediato la caída de Sebastián hacia el pavimento. El chofer no se percató rápido de este suceso y lastimosamente las ruedas del colectivo acabaron con la vida del joven de tan solo 20 años. Su compañera que se encontraba en la misma ubicación, sufrió heridas graves en sus piernas debido a que también estuvo a punto de caerse por el hueco que se había producido, pero pudieron agarrarla de la mano y evitar que se perdiera otra vida.
Los pasajeros llamaron rápido a la asistencia médica, pero era tarde, Sebastián ya había fallecido. Su padre, Osvaldo, salió en las cámaras de TN pidiendo justicia por su hijo, “Quiero justicia por la gente que labura. Mi hijo estudiaba, quería salir adelante, cortaba el pelo, lo llamaban los amigos y le decían “che Seba, ¿queres laburar de albañil?” y él se iba porque quería progresar”. Además, comentó que desde la empresa no se acercaron a darle el pésame.
Por otra parte choferes de las líneas 383 y 500 decidieron realizar un paro total de transporte, y acercarse hacia la Empresa San Juan Bautista para reclamar las malas condiciones que presentan la mayoría de los colectivos.
Una vida perdida que se pudo haber evitado, y ahora el padre se pregunta ¿en quien caerá la responsabilidad de la muerte de su hijo?