La reducción de la contaminación producto del encierro del ser humano trajo consigo cambios beneficiosos en la naturaleza. La ONU confirmó de manera oficial que el agujero de la capa de ozono del Ártico, se cerró por completo.
Por: Rocío Carrizo / El cierre parcial de fábricas, la menor circulación de vehículos y la disminución de vuelos, han producido una reducción en los niveles de contaminación en el aire. El dióxido de nitrógeno y otros contaminantes han bajado notoriamente, produciendo de ese modo un cambio en la atmósfera, aire más puro y un cielo más celeste.
La ausencia del hombre en las calles trajo consigo una reducción de la basura en las aguas y los lugares públicos. Se podría decir que uno de los casos más notorios se dio en Venecia, donde las aguas de sus canales se ven cada vez más claras por la ausencia de botes y turistas. Gracias a esto se han podido encontrar peces, aves, así como algunos animales más exóticos como delfines y medusas.
Pero no solo las aguas de Venecia se han limpiado. En La Boca, más precisamente en el río Matanza-Riachuelo, se ha podido avistar un cardumen de peses, algo totalmente inusual en este espacio que es víctima de contaminación permanente desde hace años.
Los humanos encerrados y los animales más libres que nunca. En busca de comida o por simple curiosidad, se animan a caminar las calles de las grandes ciudades, un lugar que no era transitado por ellos, a causa del hombre y la urbanización que los desplazó. Los ruidos que los humanos solemos realizar, los motores, el tumulto de gente y demás, les genera a los animales estrés y altera sus comportamientos, pero han bajado de tal modo que ya no los golpea.
Según el último informe de Índice Planeta Vivo de la organización WWF, en los últimos 40 años se registra una pérdida de al menos, un 60% de la población vertebrada, además que estamos viviendo una pérdida de la bioversidad sin precedente.
En los últimos días la ONU confirmo de manera oficial el cierre del agujero de la capa de ozono del Ártico, y todo indica que se encamina a su recuperación total.
Todos estos cambios positivos en el medio ambiente, son una consecuencia de la cuarentena que se está viviendo, a raíz del COVID-19, en muchos países del mundo. Se podría decir que este es el año de la reconstrucción de la naturaleza. La pregunta es ¿Cómo continuar todo esto una vez que salgamos de nuestras casas?
Esto nos deja una enseñanza, deberíamos concientizarnos, ser responsables y aprender a cuidar el medio ambiente, para que este no sufra más daños.
